María José Gómez López, responsable de Telemarketing en UGT Albacete
Es curiosa la entrada de empresas en la ciudad de Albacete y cómo algunas pretenden crecer y enriquecerse a costa de los trabajadores y trabajadoras, a costa de sus derechos, pisoteándolos y recurriendo al “como tú hay muchos en la calle esperando para trabajar”. Cuando se anuncian a bombo y platillo son muchos los albaceteños en paro que se acercan a buscar una buena opción de trabajo. Pero la realidad enseguida se manifiesta.
Lo que está haciendo Activex en Albacete, una de esas empresas que se instalan en nuestra ciudad con mucha publicidad, además de lo mencionado, es cargarse sistemáticamente la representación de los mismos trabajadores que pasan de la cola del paro al sometimiento empresarial.
En Albacete hay plataformas de empresas que pretenden, como quieren los responsables de Activex, crear empleo sí, pero precario, sin derechos mínimos, con salarios bajos, condiciones indignas y siempre con la amenaza (velada, por supuesto) del despido inmediato si no se cumplen a rajatabla las exigencias empresariales. Me pregunto si queremos en Albacete este tipo de empresariado.
Activex ha obligado, como digo de manera velada, a revocar a sus representantes sindicales, que los tenían. Porque eran un incordio, porque querían mejorar las condiciones, de por sí penosas, porque querían hacer su trabajo: defender los derechos de sus compañeros; los mismos compañeros que les habían elegido democráticamente, según viene detallado en la constitución. Cuando un trabajador reivindica, critica y pide derechos, se le silencia, se le pone la mordaza.
Activex en Albacete es de las empresas que prefieren un sindicato de la propia empresa, amarillo, echando a un lado a los representantes legales de los trabajadores, revocando sus derechos sindicales, llegando incluso a cesar su actividad como trampa para que desapareciera el comité de empresa. ¿Es Activex el tipo de empresa fraudulenta que queremos en Albacete?
En esta ciudad tenemos experiencias de plataformas de comunicación como Digitex donde, a pesar de los problemas (parecidos inicialmente a los de Activex), se consiguió, por la vía del diálogo con los representantes de los trabajadores, mejorar de manera firme y dialogada, las condiciones del personal. Un ejemplo del empresariado dialogante y tolerante que debería de caracterizar a esta provincia.
Pero algunas empresas que aquí se instalan parecen preferir el tono dictatorial, el ordeno y mando y luego despido sin miramiento. La rebaja de las condiciones laborales hasta lo indecente, las rebajas de los derechos constitucionales, laborales y el maltrato a los trabajadores, tanto los que ya trabajan, como los nuevos, a quienes se instruye en que mejor no abrir la boca, mejor no tener representantes sindicales (salvo los que la empresa diga: el sindicato amarillo).
Con empresas como Activex no se pueden tener unas relaciones laborales normalizadas, como se consigue en otras empresas a través del diálogo, de la puesta en común, del entendimiento. Y, sobre todo, de tomar en cuenta como leyes que son, el estatuto de los trabajadores, y la constitución española.
Lo que está haciendo Activex en Albacete, una de esas empresas que se instalan en nuestra ciudad con mucha publicidad, además de lo mencionado, es cargarse sistemáticamente la representación de los mismos trabajadores que pasan de la cola del paro al sometimiento empresarial.
En Albacete hay plataformas de empresas que pretenden, como quieren los responsables de Activex, crear empleo sí, pero precario, sin derechos mínimos, con salarios bajos, condiciones indignas y siempre con la amenaza (velada, por supuesto) del despido inmediato si no se cumplen a rajatabla las exigencias empresariales. Me pregunto si queremos en Albacete este tipo de empresariado.
Activex ha obligado, como digo de manera velada, a revocar a sus representantes sindicales, que los tenían. Porque eran un incordio, porque querían mejorar las condiciones, de por sí penosas, porque querían hacer su trabajo: defender los derechos de sus compañeros; los mismos compañeros que les habían elegido democráticamente, según viene detallado en la constitución. Cuando un trabajador reivindica, critica y pide derechos, se le silencia, se le pone la mordaza.
Activex en Albacete es de las empresas que prefieren un sindicato de la propia empresa, amarillo, echando a un lado a los representantes legales de los trabajadores, revocando sus derechos sindicales, llegando incluso a cesar su actividad como trampa para que desapareciera el comité de empresa. ¿Es Activex el tipo de empresa fraudulenta que queremos en Albacete?
En esta ciudad tenemos experiencias de plataformas de comunicación como Digitex donde, a pesar de los problemas (parecidos inicialmente a los de Activex), se consiguió, por la vía del diálogo con los representantes de los trabajadores, mejorar de manera firme y dialogada, las condiciones del personal. Un ejemplo del empresariado dialogante y tolerante que debería de caracterizar a esta provincia.
Pero algunas empresas que aquí se instalan parecen preferir el tono dictatorial, el ordeno y mando y luego despido sin miramiento. La rebaja de las condiciones laborales hasta lo indecente, las rebajas de los derechos constitucionales, laborales y el maltrato a los trabajadores, tanto los que ya trabajan, como los nuevos, a quienes se instruye en que mejor no abrir la boca, mejor no tener representantes sindicales (salvo los que la empresa diga: el sindicato amarillo).
Con empresas como Activex no se pueden tener unas relaciones laborales normalizadas, como se consigue en otras empresas a través del diálogo, de la puesta en común, del entendimiento. Y, sobre todo, de tomar en cuenta como leyes que son, el estatuto de los trabajadores, y la constitución española.
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